Durante la visita del editor, Alejandro Manrique, a la clase de géneros periodísticos, el editor en español de AP puso sobre la mesa la pregunta sobre el rol del periodista y si este es un ciudadano. Algunos de los alumnos se apresuraron a asegurar la ciudadanía del periodista. Sin embargo, el colombiano les hizo darse cuenta de que la respuesta no es tan clara y hay muchos aspectos a evaluar.
El principal compromiso del reportero es el brindar información al ciudadano. Su misión es la de investigar y explicar los hechos que tienen importancia y trascendencia en el desarrollo de su comunidad. El periodista no puede cumplir de lleno con este compromiso si no entra en contacto con esta comunidad y se siente parte de ella. Solo así, el reportero se preocupará verdaderamente por su obligación de vigilancia por el bien de la sociedad a la que informa.
Entre las obligaciones del periodista, se encuentra también la vigilancia del poder. La prensa, representa la fuerza capaz de enfrentar a los gobernantes y las grandes industrias. El informador debe tener en cuenta este poder y su compromiso con los ciudadanos para ser el primero en demandar transparencia, justicia y responsabilidad a las personas en el poder. Tiene que armar a la ciudadanía haciendo de su conocimiento lo relacionado al poder para que así, esta pueda exigir también a la clase dominante.
Esta cercanía con los ciudadanos y el compromiso con la comunidad, puede llegar a comprometer la independencia del periodista. Los reporteros deben de saber colocarse a la distancia correcta de la noticia. Se debe estar lo suficientemente cerca para cubrir la historia por completo, pero sin llegar a formar parte de ella. He aquí el aspecto que Manrique quería que los estudiantes pusieran en la balanza antes de aceptar la ciudadanía del periodista.
Sin embargo, la definición de un ciudadano ideal dentro de la democracia no va peleada con los principios del periodismo. El ciudadano ideal en la democracia ideal es un ser informado que participa activamente en el desarrollo de su comunidad dejando de lado su interés personal, exige a sus gobernantes y busca el bien común. Así, el periodista es un ciudadano. Su forma de contribuir al desarrollo de la comunidad es realizando su trabajo, informar a los otros ciudadanos.
Aún cuando en nuestro país la situación democrática dista mucho de la ideal, mientras más se acerque el periodista a los ideales de su profesión, será mejor ciudadano. Y con mejores ciudadanos, mejorará la democracia.