domingo, 30 de octubre de 2011

El Periodista Ciudadano


Durante la visita del editor, Alejandro Manrique, a la clase de géneros periodísticos, el editor en español de AP puso sobre la mesa la pregunta sobre el rol del periodista y si este es un ciudadano. Algunos de los alumnos se apresuraron a asegurar la ciudadanía del periodista. Sin embargo, el colombiano les hizo darse cuenta de que la respuesta no es tan clara y hay muchos aspectos a evaluar.

El principal compromiso del reportero es el brindar información al ciudadano. Su misión es la de investigar y explicar los hechos que tienen importancia y trascendencia en el desarrollo de su comunidad. El periodista no puede cumplir de lleno con este compromiso si no entra en contacto con esta comunidad y se siente parte de ella. Solo así, el reportero se preocupará verdaderamente por su obligación de vigilancia por el bien de la sociedad a la que informa.

Entre las obligaciones del periodista, se encuentra también la vigilancia del poder. La prensa, representa la fuerza capaz de enfrentar a los gobernantes y las grandes industrias. El informador debe tener en cuenta este poder y su compromiso con los ciudadanos para ser el primero en demandar transparencia, justicia y responsabilidad a las personas en el poder. Tiene que armar a la ciudadanía haciendo de su conocimiento lo relacionado al poder para que así, esta pueda exigir también a la clase dominante.

Esta cercanía con los ciudadanos y el compromiso con la comunidad, puede llegar a comprometer la independencia del periodista. Los reporteros deben de saber colocarse a la distancia correcta de la noticia. Se debe estar lo suficientemente cerca para cubrir la historia por completo, pero sin llegar a formar parte de ella. He aquí el aspecto que Manrique quería que los estudiantes pusieran en la balanza antes de aceptar la ciudadanía del periodista.

Sin embargo, la definición de un ciudadano ideal dentro de la democracia no va peleada con los principios del periodismo. El ciudadano ideal en la democracia ideal es un ser informado que participa activamente en el desarrollo de su comunidad dejando de lado su interés personal, exige a sus gobernantes y busca el bien común. Así, el periodista es un ciudadano. Su forma de contribuir al desarrollo de la comunidad es realizando su trabajo, informar a los otros ciudadanos.

Aún cuando en nuestro país la situación democrática dista mucho de la ideal, mientras más se acerque el periodista a los ideales de su profesión, será mejor ciudadano. Y con mejores ciudadanos, mejorará la democracia.

miércoles, 26 de octubre de 2011

En el medio

El cuento de las Bolas de Cristal

Así como Sherazada logró encantar al rey por mil y una noches contándole historias maravillosas, el pasado lunes, Alejandro Manrique nos atrapó revelándonos El arte de escribir. A través de su ponencia y de sus ejemplos, el jefe del servicio en español de la Associated Press nos demostró a los alumnos del Tecnológico de Monterrey Campus Cuernavaca que, como dice García Márquez, escribir bien consiste en encantar al lector.

Alejandro Manrique nos contó la historia de los escritores hechiceros y de cómo hace muchos años estos estaban divididos en escalas sociales. En la cima se encontraban los brujos novelistas, con el poder de crear mundos maravillosos en los cuales los lectores quedaban atrapados. En segundo lugar, los magos ensayistas que no contaban con tanto poder como los novelistas, pero aún así eran capaces de tele transportar a los lectores a otros lugares para que los conocieran. Finalmente, hasta abajo se encontraban los gitanos reporteros que apenas eran capaces de atraer a los lectores con sus trucos de adivinación. Consistían simplemente en conocer el mundo al que pertenecen los lectores y revelárselos.

Un día, este orden social entre los hechiceros se vio alterado. Los gitanos reporteros encontraron la forma de encantar a los lectores. Surgió el periodismo literario, la bola de cristal. La bola de cristal, a diferencia del tarot la lectura de mano y otras formas de adivinación, le muestra y no sólo le dice al lector lo que hay en su mundo. Pero este al igual que otros trucos, tiene sus reglas y sus métodos para que el lector lo encuentre verdaderamente mágico.

En primer, lugar el cristal de la bola debe ser muy claro. Tiene que ser posible la visión de la realidad del lector y este debe poder reconocerla por medio de hechos que demuestren la veracidad de esta visión. La maravilla de la bola de cristal es que el lector es capaz de ver su propio mundo desde otra perspectiva y de conocer aspectos nuevos de este.

Por otro lado, se trata de una bola de cristal y no de una ventana, por lo que el gitano puede hacer uso de la magia de los recursos literarios para hacer de la visión que muestra la bola un viaje maravilloso como los que ofrecen los otros escritores hechiceros. La visión debe de ser lo suficientemente detallada como para que el lector se sienta dentro de ella. Las imágenes que muestra la bola deben ser suaves y rítmicas como la trayectoria de una alfombra voladora.

Finalmente, el gitano reportero debe ser muy hábil para elegir lo que su bola de cristal va a mostrar. No se puede mostrar todo de golpe porque entonces se pierde la claridad de la visión y el lector no logra comprender que es lo que se le está mostrando. El reportero debe tener conocimiento de los hechos del mundo del lector para jerarquizarlos y mostrárselos poco a poco, logrando así que este los comprenda, los viva y se sorprenda.

Por si aún quedaban escépticos al poder de la bola de cristal, Alejandro Manrique sacó la bola que le pertenece al hechicero Gabriel García Márquez. Por medio de la lectura, nos llevó al momento en que el padre y Villamizar viajan a la villa para que el sacerdote se encuentre después con Pablo Escobar en Noticia de un secuestro. Así, haciéndonos vivir el momento, Manrique nos demostró el arte de encantar al público con el periodismo literario, con la mágica visión de la bola de cristal.

Su conferencia nos mostró lo mágico y poderoso que puede ser mostrarles a los lectores su propio mundo. La magia consiste en hacer del viaje algo maravilloso, algo que los asombre y los atrape, como lo logran los gitanos con sus bolas de cristal.

jueves, 20 de octubre de 2011

En el medio

El rosa aún no representa al feminismo

En el marco del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, surgieron distintos movimientos e iniciativas para ayudar a combatir este mal. Los legisladores de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal iniciaron la campaña “Manos contra el cáncer de mama”. Esta campaña busca promover la detección temprana de la enfermedad, implementando 10 unidades móviles para la realización de mastografías.
Además, Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, prometió incrementar al doble el equipo para detección de cáncer de mama con el que cuentan las instancias de salud estatales. Estas seguirán atendiendo a mujeres aún cuando no sean derechohabientes. En Hidalgo, también se construirá una unidad especializada en el tratamiento de este mal.
Sin duda, todas estas acciones resultarán favorables para combatir esta enfermedad que representa una de las principales causas de muerte de mujeres en nuestro país. Aún así falta mucho por hacer. En estados como Morelia, una mujer muere cada tercer día a consecuencia del cáncer y el problema tiene mayor incidencia en mujeres indígenas. Esto debido a la existencia de valores patriarcales y machistas en contra de que las mujeres asistan a revisiones.
Por un lado, se muestra una perspectiva muy positiva respecto a la lucha contra el cáncer de mamá y otras enfermedades como la diabetes, el cáncer cervicouterino y deficiencias cardiacas, que representan las principales causas de muertes maternas de acuerdo con el Coneval. Las diputadas de diferentes partidos políticos se unen y se pintan las manos para demostrar su apoyo a una campaña y Felipe Calderón nos invita a todos a una promoción “agresiva” de la detección de este padecimiento. Uno va al supermercado y encuentra infinidad de productos para el hogar marcados con el lazo rosa.
El otro lado, es el que los medios no muestran, el que es menos palpable. Este lado es del papel que nos toca jugar a nosotras, mujeres, que somos las víctimas de esta enfermedad, pero también los verdugos al no inculcar en nuestras hijas, hermanas y amigas otros valores. Nosotras somos las primeras que nos compramos esa idea de que para ser mujer se necesita tener busto. Si el busto es tan sagrado, entonces por qué el miedo o el pudor a que revisar que esté saludable.
El problema de la importancia que le damos a los pechos es que nos afecta a todas. Las que se encuentran en situación de pobreza no se atienden porque los senos no debe vérselos nadie. Las que tienen dinero, no temen pagar por implantes para agrandarse los pechos, pero le tienen pavor a una cirugía de extirpación.
De nada sirve que se implementen unidades de mastografías y pintemos todo el país de rosa, cuando nuestro concepto de mujer aún es tan negro. Una mujer no es la que tiene senos. Una mujer es la que tiene ante todo un amor por su libertad y su vida y no teme luchar por defenderlos. Démosle al pecho la importancia que se merece.

domingo, 2 de octubre de 2011

En el medio

Glee: ¿La tercera vencerá o será vencida?
Aún cuando el preestreno en México de la exitosa serie musical creada por Ryan Murphy, Brad Falchuck e Ian Brennan será hoy lunes por la noche, los fanáticos ya han podido disfrutar de los primeros capítulos de esta temporada a través de distintos sitios en internet desde hace dos semanas.La pregunta ahora es ¿logrará esta tercera temporada igualar o incluso superar el éxito obtenido en los años anteriores?
Como muchos fanáticos, estuve esperando durante todo el verano el estreno de esta tercera temporada. Esta expectativa creció con el lanzamiento de proyectos relacionados como el reality The Glee Project y Glee: The 3D Concert Movie. Todos los seguidores de esta comedia, incluyéndome, estamos ansiosos por saber qué ocurrirá con los personajes que ya conocemos y qué rol tomarán Samuel y Damian (ganadores del reality show) dentro del club Glee. Sin embargo, los primeros dos episodios, no dan muchas respuestas.
En estos primeros capítulos la serie está centrándose en los personajes de Rachel (Lea Michele) y Kurt (Chirs Colfer). Si algunos fanáticos teníamos dudas respecto al protagonismo de Finn (Cory Monteith), estos primeros dos capítulos hacen dudar aún más. El personaje no interpreta ningún solo en los números musicales y sólo se le muestra como el novio de Rachel que no tiene idea de qué hacer una vez que se gradúe. Mientras tanto, Rachel y Kurt tienen la mayoría de los solos y los números musicales. Además de que gran parte de los episodios se centra en la lucha de ambos por ingresar a NYADA (Academia de Artes Dramáticas de Nueva York) para convertirse en estrellas de Broadway y casi todos los números musicales pertenecen precisamente a famosos musicales de Broadway como Wicked y West Side Story.
Estos dos personajes tienen mucha fuerza, por lo que se justifica el darles tanta importancia; pero se supone que parte del atractivo de Glee es la unión de diferentes personalidades para crear un cambio. Muchas de estas personalidades se están dejando de lado. En el último capítulo de la segunda temporada, se crea la curiosidad en los espectadores por la nueva relación entre Mercedes (Amber Riley) y Sam (Chord Overstreet). Este romance parecía el momento de conocer más a estos dos personajes y de explorar otra relación muy diversa pues se trata de una chica afroamericana que no había tenido novio y el jugador de americano guapo. En la tercera temporada, Mercedes aparece con un novio nuevo y de Sam sólo sabemos que se cambió de escuela. En, realidad la producción no llegó a un acuerdo con el actor respecto a su contrato para la tercera temporada y este abandonó la serie y los escritores no hicieron mucho por explicar su partida.
Otro de los desaciertos en cuanto a la justificación de personajes es la entrada de Sugar (Vanessa Lengies) una niña mimada que quiere ser una gran estrella, pero no tiene nada de talento. Hasta ahora, me parece que Sugar sólo está para poner en aprietos a Will, (Matthew Morrison) por tener que negarle por primera vez la entrada al grupo a alguien, y para que Shelby (Idina Menzel), la madre biológica de Rachel, regrese para ser su profesora de canto.
Por otro lado, el regreso de este personaje me parece un acierto. En la primera temporada, Shelby adopta a la hija producto del embarazo adolescente de Quinn (Dianna Agron). Ahora, Shelby le quiere permitirle a Quinn y Puck (Mark Salling) que se acerquen a su hija biológica y esto nos permitirá conocerlos en su faceta como padres de cierto modo. Además de presentar nuevamente la oportunidad de ver a Rachel relacionándose con su madre.
Otro acierto es el ingreso del novio de Kurt, Blaine (Darren Criss) al club. Este personaje tuvo mucha popularidad en la segunda temporada y su entrada en el club iniciará una competencia entre él, Kurt y Finn por el liderazgo masculino en el grupo. Sin embargo, me preocupa que el protagonismo que está teniendo opaque a otros personajes que han estado desde el principio.
El atractivo de Glee y la razón por la que me gusta es por la idea de gente de diferentes círculos unidos por una pasión en común. La primera temporada logró crearnos esa ilusión y la segunda, lo reforzó e incluso logró atraer más por la inclusión de más participaciones musicales de otros personajes en el show. La tercera temporada está en riesgo de terminar con eso al enfocarse tanto en los personajes divas y futuras estrellas de Broadway. Esto apenas comienza y puede que nos llevemos sorpresas con los otros personajes, pero si no, ¿cómo sacar adelante la cuarta temporada una vez que las divas se hayan graduado?